Ando volando bajo
José Javier Rojas
Yo no nací pa' pobre
Me gusta todo lo bueno.
Y tú tendrás que quererme
O en la batalla me muero.
Pero esa boquita tuya
Me habrá de decir te quiero.
Tú y las nubes, José Alfredo Jiménez
Voy al grano. Sin anestesia. Sin discusión. Tal como me enteré yo. Compramos los contribuyentes venezolanos 24 cazas de penúltima generación SU-30. El SU-30 es un biplaza bimotor ruso de altísimo desempeño, desarrollado a partir de la plataforma del SU-27, y como éste en todas sus variantes, tiene el nombre Flanker en código de la OTAN. Es un caza polivalente pesado, que puede detectar y destruir simultáneamente múltiples objetivos en tierra, aire y superficie. Hay disponibles versiones navales, para ser lanzados desde portaviones. Algunas versiones pueden llevar en su carga útil de ocho toneladas no sólo armamento convencional, sino cabezas nucleares, en cualquier tipo de clima, tan lejos como tres mil kilómetros, sin necesidad de reaprovisionarse de combustible en pleno vuelo. Con una recarga de combustible, la autonomía alcanza más de cinco mil kilómetros. Las versiones que han sido exportadas a China y a la India, habituales compradores de los proveedores rusos, tienen la capacidad adicional de orientar vectorialmente la salida de la propulsión de los motores, lo que le da una maniobrabilidad acrobática en combate cerrado semejante a la de un caza ligero.
Es un "sistema de armas" letal e imponente, comparable con el avión estrella de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, el F-15 E, que es un caza de "superioridad aérea" que ha dominado los cielos del mundo desde finales del siglo pasado y lo que va de este. Con un costo considerablemente menor al Typhoon Eurofighter y al francés Rafale, de prestaciones similares, no depende de la aprobación de venta de los Estados Unidos, porque sus componentes, sobre todo la aviónica que hace detectar los blancos, guiar las armas propias y evadir la detección y las armas de los demás, son desarrollados sin tecnología estadounidense. Estos son los hechos duros y puros, sin otro contexto que el de los libros de texto y manuales de armas de dominio público.
El SU-30 es un gran avión, que viene a reemplazar a otro gran avión, el F-16. Pero no sólo a la plataforma del F-16, sino prácticamente a todo el parque de ala fija de combate del componente Fuerza Aérea de Venezuela, aquejado todo él por el nuevo estado de las cosas y la nueva doctrina que ha hecho de nuestro antiguo aliado privilegiado nuestro nuevo enemigo potencial a confrontar. Es un avión con una gran capacidad de disuasión, que es para lo único que deben ser usadas las armas, al menos entre quienes de verdad entienden de la destrucción que ellas pueden cernir sobre la gente, inocente o no. La diplomacia es la continuación de la guerra por otros medios. Seremos pacifistas pero no ilusos. El hombre es el lobo del hombre.
Esta compra va a servir para que los Typhoon, Rafale y los suecos Gripen, que en otra circunstancia geopolítica menos conflictiva hubieran sido la mejor compra, porque son más baratos y de mantenimiento más económico que los SU-30, se vendan a manos llenas entre nuestros vecinos, alarmados porque aquí nos armamos con semejante fiera.
Esta carrera de testosterona, de medir longitudes de miembros viriles y ver quién escupe más lejos, va a darle pingües ganancias a la ávida industria armamentista, que vende muerte y desolación a cómodos plazos para todos los bolsillos. Fortunas gastadas y por gastarse en nuestro pobre continente en patriotismo, la virtud de los malvados, según Oscar Wilde. Para nada, porque los F-22 y los F-35 que van a sustituir a los F-16, F-18 y F-15 de la USAF, en un par de años parecen diseñados para la lucha interplanetaria. El congreso americano dice que gastarse esos cobres en esas naves multimillonarias es exagerado en estos tiempos de guerra asimétrica, pero ya lo ven, los entrañables compadres se ayudan en la partida de dominó militar.
Parece que se odian, pero se aman, porque obras son amores. Ellos son machos y se entienden, no se pisan las mangueras y tigre no come tigre. Vamos a cantar con tequila y mescal esta ranchera, a ver si entendemos este mundo de hombres. Dale, James Brown.
3 Comments:
excelente comentario, se te olvido decir que con los sistemas de misiles Tom how, pueden pegarles a la 2 bases aéreas del país sin necesidad de arriesgar un avión, o mejor acercarse con un grupo de tarea b52 o b2 y borrarle la sonrisa a ciertos macacos, pero lo mejor que entre el de Irán y el de Venezuela están justificando el enorme gasto en armamento que hace USA para renovar su flota, por cierto no seria mejor gastar esa plata en hacer crecer nuestra economía y nuestras artes como hizo Korea del Sur tanto se han desarrollado que ya muchos les tienen envidia.
...y sí. Con los misiles crucero se hace mucho daño, casi sin salir de casa (y se sube en las encuestas: Clinton no aguantaba dos pedidas, y él era un angelito comparado con el energúmeno que padecemos ahora en la Casa Aquella)... El punto es, tal cual como recoges, que en la carrera armamentista siempre perdemos todos y siguen ganando los que mandan a los demás a morir por ellos... esos que se llenan la boca con los himnos y se arropan con las banderas, esos, unos machazos más viles que viriles para quienes los civiles siempre seremos "daños colaterales", desplazados y refugiados que les empastichan la logística a su jueguito de soldaditos... porque nosotros, los civiles, en las guerras nos toca padecer y recoger el reguero que dejan los salvajes que nos "defienden"... ahí está el Líbano, que quiere vivir en paz, ahí está Israel, que quiere vivir en paz. Pero no se puede, ellos no los dejan... Los macacos somos todos por seguir dándoles trabajo a nuestros "defensores", en todo caso y por si acaso no sea racista amigo, recuerde que aquí somos "mono"productores... Gracias por leerme (todo dinero invertido en artes y educación es siempre poco, todo dinero invertido en armas siempre es demasiado)
José
Felicitaciones por este articulo, expresa de una manera clara y concisa la importancia de este tema
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